El Ecuador llega nuevamente a las elecciones con una serie de temas críticos que parece incapaz de resolver. Uno de esos temas es la corrupción. Precisamente ese es el tema que ha movido a Participación Ciudadana a proponer un pacto ético a los candidatos a la Asamblea y a la Presidencia de la República. ¿Cómo lo va a hacer? ¿Qué puntos están en ese pacto? 4P conversó con Ruth Hidalgo, directora de Participación Ciudadana.
¿Cuál es el origen de la idea de proponer un pacto ético a la sociedad para que lo refrenden los políticos?
Esto tiene su origen años atrás. Para las elecciones del 2017, Participación Ciudadana hizo talleres de recolección de ideas, inquietudes, pareceres de los ciudadanos en las provincias acerca de lo que necesitaban incluir en la agenda de trabajo de los candidatos. A los candidatos a presidente no pudimos llegar porque recordarás que no debatían, igual que ahora. A Lenín Moreno se le mandó la agenda ciudadana pero no tuvimos respuesta. Guillermo Lasso sí la recibió y un par de candidatos más, pero no se pronunciaron. Ahora a propósito de los escándalos de asambleístas con carnés de discapacidad, asambleístas presos, otros que pidieron diezmos, el reparto de los hospitales entre los mismos asambleístas… Todo eso provocó una indignación y una iniciativa que empezó a surgir en la ciudadanía.
¿Es esto lo que desemboca en que Participación Ciudadana formule este proyecto de pacto ético?
Exacto porque la ciudadanía nos empieza a convocar, a presionar en redes sociales y por correo pidiendo que Participación Ciudadana sea el canalizador de estas propuestas, de estas inquietudes. Pero no solamente que manifieste la inquietud sino que articulemos una iniciativa que logre poner contra la pared a los candidatos y forzar un acuerdo. Luego, conversando con ciudadanos, con quienes forman parte de esta iniciativa, el equipo técnico e inclusive el directorio, concluimos que había que dar una valoración mucho más fuerte y decidimos que el canal más adecuado era proponer un pacto ético. ¿Por qué ético? Porque obviamente la ética es la antítesis de la corrupción. ¿Y por qué un pacto? Porque la situación es tan compleja en términos institucionales, de corrupción y económicos que es preciso que cualquier candidato que quiera llegar a Carondelet manifieste capacidad y voluntad de llegar a acuerdos. Empezar por la ética y después ir hacia otros sectores.
¿Cómo se está pensando que se pase de esta sábana de pedidos que suscita la corrupción, a un acuerdo concreto, claro, visible que comprometa a la sociedad civil y política con cambios medibles?
Para tener indicadores o medidores de cumplimiento hemos hecho un trabajo enorme sintetizando los pedidos. Después hemos identificado temas grandes que deben ser transversales y cada tema tiene, además de su política pública, el cómo. Aspiramos a que estos temas transversales lleguen a hacer parte de un compromiso ético político por parte de los candidatos: es la única manera de que haya temas que sobrepasan las ideologías. Entonces lo que queremos es o hemos hecho, más bien dicho, es señalar unos cuatro temas que sobrepasan ideologías y cada uno de ellos con objetivos concretos.
¿Cuáles son los temas?
Hemos señalado cuatro, como centrales. El primero que se declare la lucha contra la corrupción como política de Estado. Ese es un tema transversal, es una declaración y esto tiene que reflejarse en una reforma a fondo del sistema de contratación pública. Además, la implementación de estándares internacionales, estándares rigurosos de transparencia en los procesos extractivos que son los grandes ejes de corrupción.
El primero es la contratación pública. ¿Cuáles son los otros?
El segundo eje es la transformación de la función judicial y eso como política de Estado y sus políticas públicas, la lucha contra la violencia de género y la educación.
Enunciados los cuatro puntos centrales, ¿cómo será el proceso de este pacto ético de ahora hasta la segunda vuelta?
Lo que queremos es que los candidatos incluyan en los debates (en los que estamos haciendo con los asambleístas lo estamos haciendo) los cuatro temas. Queremos que los finalistas a la Presidencia se pronuncien, se comprometan y entiendan sobre todo la importancia de fortalecer la democracia y caminar hacia un proceso de una democracia más transparente. Y después, en el próximo gobierno, queremos tomar el pulso y analizar si el Presidente está tomando las medidas para aplicar estos compromisos o simplemente fue demagogia. Vamos a tener un proceso, no me gustaría decir veeduría porque ahora todo el mundo hace veeduría, sino algo así de vigilancia y seguimiento.
¿Habrá en cada uno de esos temas referentes precisos de lo que ocurre en otros países para que la sociedad pueda saber de qué se está hablando? En contratación pública, por ejemplo, que la sociedad conozca un modelo que en algún país ha probado su eficiencia.
Sin duda hay modelos de contratación pública. En la región hay. Sin embargo he estado investigando y hay modelos de contratación pública aquí en el Ecuador desarrollados por ejemplo por compañías como la Price Waterhouse que tiene todo un sistema anti sobornos y un sistema de contratación pública a toda prueba. Entonces si se resisten a probar modelos de afuera, creo que hay que tomar las consultorías que existen aquí en el Ecuador.
Los referentes no deberían ser teóricos. En este punto, la ciudadanía requiere ejemplos de modelos que aplican ciertos Estados y hay evidencias de que funcionan.
La Cepal tiene un modelo de gestión pública para América Latina con bases conceptuales, indicadores, parámetros de interoperabilidad que se podrían aplicar. Uno de los países que ha aplicado con bastante éxito estos modelos de contratación pública es Chile. Ese país tiene altos estándares de cumplimiento y procesos transparentes de contratación pública con muy bajos niveles de corrupción. La Cepal tiene un modelo excelente para compras públicas electrónicas. Podrían ser modelos a tomar simplemente como referentes.
Foto: El Telégrafo
Fuente:
https://4pelagatos.com/2021/01/11/si-proponemos-un-pacto-etico/